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Cuando se lanzó el Hyundai Sonata de octava coexistentes, los primeros rumores decían que tendría una traducción de rendimiento del Sonata N, pero a posteriori de todo tuvimos que conformarnos con el N-Line. Según Albert Biermann de Hyundai Motor Group, el caudillo de N en ese momento, dijo que el Sonata o el Tucson eran modelos que no estaban listos para cobrar el tratamiento completo de N.
Ahora y con los modelos actualizados Sonata y N-Line ya lanzados, se espió un prototipo con algunas pistas que nos permiten pensar que Hyundai reconsideró su atrevimiento y planea traer un Sonata de stop desempeño a posteriori de todo. Para aclarar, en el mundo de Hyundai, un maniquí N (como el Elantra N) es la variable de rendimiento definitiva, destinada a estar de moda en la pista, donde una columna N no se marca tanto. En el momento de la revelación de N-Line en 2019, preguntamos si había alguna posibilidad de desarrollar un Sonata N de viso suscripción, mientras que el planificador de productos respondió: “No veo que suceda en el futuro; esa no es nuestra intención con la Sonata”. ¿Por qué pensamos que este prototipo es un Sonata de stop rendimiento? Bueno, la primera es que ya hemos pasado la nueva variable N-Line, por lo que hay un transporte diferente y la segunda, y como hemos dicho antaño, Hyundai aplica el mismo paquete a todas las N y esto incluye el faldón pegado rojo que puedes ver en la foto informador, las pinzas rojas, etc. Actualmente, la variable de rendimiento estaba cubierta por la variable N-Line. El N-Line contemporáneo usa un cuatro cilindros turboalimentado de 2.5 litros, que genera 290 caballos de fuerza (216 kilovatios) y 310 libras-pie de torque. El motor se combina con una transmisión húmeda de doble embrague de ocho velocidades. Este tren motriz es exclusivo del maniquí N-Line contemporáneo, por lo que es difícil imaginar un motor más potente impulsando las ruedas delanteras del sedán cuando Hyundai ya abandonó el avance de motores de combustión.
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