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En la carrera por dominar el mercado europeo de automóviles eléctricos, Francia y Alemania se encuentran en desacuerdo por el agresivo impulso de China para traicionar más de un millón de vehículos eléctricos (EV) en Europa para 2030. La Unión Europea (UE) percibe esto como una amenaza significativa para sus propios fabricantes de automóviles eléctricos, lo que provocó un acalorado debate entre los estados miembros. Las implicaciones de la pronta entrada de China en el mercado, anejo con su delantera tecnológica y precios competitivos, han despertado preocupaciones sobre el futuro de la industria automotriz europea.
Los fabricantes de automóviles franceses amenazados por la afluencia de vehículos eléctricos chinos en la UE
Si acertadamente el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha estado abogando persistentemente por los socios de la UE para defender los intereses de los fabricantes de automóviles eléctricos de Europa, la industria alemana ha mantenido una postura escéptica al respecto. El quid del desacuerdo radica en las posibles consecuencias de tomar medidas contra China según un crónica de Forbes.
Francia, con una exposición limitada al mercado chino, lo percibe como una reservado amenaza y pide medidas decisivas. Por otro banda, los fabricantes alemanes, como Mercedes-Benz, Volkswagen y BMW, temen que frenar a China en Europa pueda poner en peligro sus operaciones rentables en China.
Fabricantes de automóviles alemanes contra la postura de Francia de impedir los vehículos eléctricos chinos en el mercado de la UE
La inminente inundación de vehículos eléctricos chinos en Europa ha hecho sonar las alarmas, lo que ha provocado debates sobre la protección de la industria europea de automóviles eléctricos. El comisionado de Mercado Interno, Thierry Breton, de Francia, expresó su apoyo a la investigación del dumping de automóviles eléctricos chinos, aunque aún no se han revelado los detalles sobre la investigación. Incluso se han planteado preocupaciones sobre el impacto de los vehículos eléctricos de grupo chinos (BEV) en las ganancias de los fabricantes de automóviles europeos, con estimaciones que sugieren pérdidas potenciales de miles de millones de euros anuales para 2030 si la UE no toma medidas.
Sin incautación, navegar este problema es complicado. El tira de inversión Morgan Stanley señala que los intereses alemanes y franceses están en conflicto, con los fabricantes alemanes que dependen en gran medida del mercado interno chino, mientras que los fabricantes franceses se enfrentan a la amenaza de los BEV chinos baratos en Europa. El crónica además sugiere que los fabricantes chinos podrían eventualmente establecer fábricas en Europa, intensificando aún más la competencia.
Los expertos y analistas están divididos sobre cómo atracar la situación. Algunos esperan que las negociaciones con China puedan conducir a una posibilidad intermedia, que podría implicar el establecimiento de fábricas chinas en Europa. Por otro banda, el profesor Ferdinand Dudenhoeffer del Centro de Investigación Automotriz de Alemania advierte contra las medidas proteccionistas, citando ejemplos históricos en los que tales acciones han débil las industrias a grande plazo.
Pensamientos finales
A medida que se desarrolla el debate, la industria automovilística europea debe considerar detenidamente las posibles consecuencias tanto de la energía como de la inacción. El choque de intereses entre Francia y Alemania refleja la compleja dinámica en articulación, con importantes apuestas económicas para los fabricantes europeos y el mercado en militar.
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