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Dar un nombre a un maniquí de automóvil solía ser una especie de forma de arte. Pero durante algún tiempo en Audi, el nombre del recreo ha sido numerar sus modelos siguiendo una símbolo. Y ahora, el revoltijo está a punto de volverse más confuso.
Según los informes publicados en Alemania en The Truth Abour Cars, la marca bávara planea dar a todos los modelos equipados con motores de gasolina y diésel “nombres” con números impares y etiquetar los vehículos totalmente eléctricos o “eléctricos de hilera” con números pares.
¿Lo tengo?
En habla sencillo, significa, probablemente, que el A3 de próxima gestación (ahora a gas) se volverá eléctrico y se llamará A4; el A4 como lo conocemos se convierte en el A5, y así sucesivamente. Extrapolando lo mejor que podemos, el presente A5 Sportback y el A7 de gasolina se convierten en… historia. A menos que esos modelos tengan motores eléctricos.
En enero, informamos que Mercedes-Benz estaba astuto para ceder la marca de productos EQ para automóviles eléctricos a hilera tan pronto como la próxima gestación de automóviles compactos, que estaría en el mercado a fines de 2024. Sería el resultado de una intrepidez del presidente ejecutante Ola Kaellenius de afrontar la marca solo en autos eléctricos. Y se dice que BMW está considerando un movimiento similar.
Nombrar un automóvil es un proceso complicado.
“Intentas crear un idioma y un nombre que aproveche la psicología y venda el producto”, dijo Robert Pyrah, quien fue principal de organización en la agencia creativa con sede en Londres Brandwidth, a The New York Times en 2018. “Hay un todo conjunto de consideraciones estratégicas que entran”, dijo. “Es pensar cómo se debe posicionar la marca en el mercado, identificar la esencia del automóvil”. Algunos clientes tienen objetivos específicos: “Dirán: ‘Tenemos un nuevo SUV y queremos que el nombre esté dirigido a personas de 30 y tantos primaveras con dos hijos'”.
Todavía existe el desafío de encontrar un nombre que aún sea suelto de ser registrado. Si a una persona del equipo de marketing de la marca, encargada de aprobar el nuevo nombre, se le presentan sugerencias “que son acuñaciones, inventadas o futuristas”, dijo Pyrah, “van a sostener: ‘Bueno, ¿por qué?” ¿Tengo Explorer?’”
David Placek, fundador de Lexicon Branding, ha prestigioso productos como Sonos, Swiffer, Subaru Outback y Rogue. Él cree que un nombre debe ser “sorprendentemente abierto” y no le gustan los nombres alfanuméricos… como los que usa Audi. Él pira a eso “sopa de saber”. No hay memorabilidad, y son difíciles de procesar”.
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