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En su decano parte, el objetivo principal de la electrificación ha sido sujetar las emisiones del tubo de escape. Como medida para mejorar la vitalidad pública, los esfuerzos de la industria automotriz ya son evidentes. Según un referencia del Software de las Naciones Unidas para el Medio Dominio, Noruega, que tiene una penetración de vehículos eléctricos (EV) del 86%, ha conseguido sujetar el CO2 en un 35% en su ciudad haber, Oslo. Después, el país tiene el último aventura de crimen prematura por contaminación del elegancia en Europa.
Pero, si los vehículos eléctricos pueden ser una fuerza para un decano cambio social, ¿es esta visión demasiado limitada en su radio? En 2019, el Centro de Investigación de Soluciones de Demanda de Energía del Reino Unido argumentó que el costo universal más asequible de conducir un EV podría conducir después a un aumento en su uso diario, lo que empeoraría la congestión en las principales ciudades. Un estudio publicado por ScienceDirect en abril de 2021, “El impacto desgraciado de los vehículos eléctricos en la congestión del tráfico en el delirio diario al trabajo por la mañana”, asimismo vinculó el uso de vehículos eléctricos con el recaída de las condiciones de las carreteras.
Estos hallazgos sugieren que simplemente reemplazar los modelos de motor de combustión interna (ICE) con equivalentes eléctricos es insuficiente para mejorar los espacios urbanos. Algunos proponen un cambio allá de la propiedad y alrededor de el uso compartido de automóviles. Otros, como la empresa emergente israelí de vehículos eléctricos City Transformer, proponen un tipo de transporte completamente diferente.
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