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A principios de esta semana, Stellantis colocó su manufactura en Belvidere, Illinois, en “inactiva” en lo que los analistas de la industria creen que es una señal clara de que la planta probablemente cerrará pronto. Sin secuestro, el sindicato United Coche Workers se apresuró a anunciar un comunicado diciendo que tal intrepidez “no se mantendrá”.
El sitio de producción de Belvidere cuenta actualmente con cerca de de 1.350 empleados y ha estado ensamblando el Jeep Cherokee durante abriles. Sin secuestro, parece que la gran transición del fabricante de automóviles de los motores de combustión cerca de los vehículos eléctricos y electrificados podría obligarlo a cerrar la planta. Sin un nuevo transporte que se produzca allí, el postrer Cherokee salió de las líneas de ensamblaje el martes de esta semana, el director ejecutor de Stellantis, Carlos Tavares, dijo que la compañía está “buscando soluciones”, pero que podría no favor ninguna.
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Según Tavares, los vehículos eléctricos son aproximadamente un 40 por ciento más caros de producir que los modelos equivalentes de combustión y la empresa no quiere acontecer ese aumento a los clientes por razones obvias. Stellantis siquiera puede entregar vehículos eléctricos con pérdidas y actualmente está buscando formas de optimizar los procesos y absorber los costos adicionales.
Sin secuestro, el UAW tiene un enfoque completamente diferente de la situación. Dice que la “planta galardonada” ha estado produciendo vehículos para Chrysler, FCA y Stellantis desde 1965, brindando “calidad y productividad para la corporación durante generaciones”. Más importante aún, en una proclamación oficial, la estructura dice que “la intrepidez desacertada de Stellantis tendrá repercusiones negativas en toda la región y en la red de proveedores” y “perturbará vidas, desarraigará familias y dejará a las comunidades luchando por encontrar impulsores económicos”.
La UAW parece estar especialmente descontenta por el hecho de que Stellantis se niega a volver en la planta en momentos en que Carlos Tavares recibe un paquete de compensación de $24,8 millones para 2022. La UAW dice que “seguirá exigiendo que Stellantis ponga un producto en la Asamblea de Belvidere. Planta.” The Associated Press, a su vez, predice que las “conversaciones de contratos nacionales” podrían traer “una huelga dolorosa” este verano.
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