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El presidente Joe Biden y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, esbozarán un plan el viernes que la Casa Blanca retraso que pase página en una disputa entre EE. UU. y la Unión Europea sobre los créditos fiscales para vehículos eléctricos.
Se retraso que Biden y von der Leyen acuerden inaugurar negociaciones entre EE. UU. y la UE sobre un acuerdo que podría impulsar el uso de minerales europeos críticos en la producción de baterías para vehículos eléctricos que son elegibles para créditos fiscales de EE. UU. a través de los aproximadamente USD 375 mil millones de Biden. ley de energía limpia que se aprobó el año pasado. Eso es según funcionarios de la suministro que hablaron bajo condición de anonimato ayer de la reunión de los líderes.
Asimismo se retraso que Biden y von der Leyen aprovechen su reunión en la Oficina Oval para discutir la coordinación occidental para apoyar a Ucrania en la hostilidades contra Rusia, los esfuerzos conjuntos para disminuir la dependencia de Europa de los combustibles fósiles rusos y las crecientes preocupaciones de la suministro Biden de que China está considerando proporcionar armamento a Rusia. Rusia para su uso en la hostilidades.
El Unidad del Fisco dijo en un comunicado que un acuerdo “con socios de ideas afines” podría ayudar a proporcionar una medida de “seguridad y estabilidad al asegurar que Estados Unidos y sus aliados y socios no dependan de China para obtener minerales críticos”. Los funcionarios de la Casa Blanca esperan que pronto se pueda ascender a un acuerdo con la UE, pero además planean consultar a miembros del Congreso, grupos laborales y otros interesados en el resultado.
Von der Leyen y otros líderes europeos han expresado su examen a los incentivos en la Ley de Reducción de la Inflación que Biden firmó en agosto que favorece a los vehículos eléctricos fabricados en Estados Unidos. La código estipula que para que los consumidores de EE. UU. sean elegibles para un crédito fiscal de hasta USD 7500 en la transacción de su EV, la escuadra del EV debe contener en gran medida minerales de EE. UU. o de un país con el que EE. UU. tenga un acuerdo de escapado comercio. Por otra parte, el 50 % de los componentes de las baterías deben fabricarse o ensamblarse en América del Ártico para 2024, y ese porcentaje aumentará gradualmente hasta el 100 % para 2028.
“Estar en sintonía con el esfuerzo por diversificar las cadenas de suministro de baterías de vehículos eléctricos es un paso importante para las relaciones entre EE. UU. y la UE, y cualquier paso que evite una hostilidades de subsidios es significativo”, dijo James Batchik, subdirector del Centro Europeo el Consejo Atlántico. “Dicho esto, una resolución dependerá de los detalles de cualquier acuerdo futuro”.
Biden defendió la política que favorece a los vehículos eléctricos estadounidenses cuando el presidente francés Emmanuel Macron, crítico de la código, visitó Washington a fines del año pasado. Biden, sin retención, reconoció “fallas” en la código y dijo que había “ajustes que podemos hacer” para satisfacer a los aliados.
Apoyar el golpe a minerales críticos ha sido una prioridad en la Casa Blanca, ya que los funcionarios de la suministro tienen como objetivo promover la fabricación de vehículos eléctricos estadounidenses y otras tecnologías de energía limpia.
Biden anunció el año pasado que estaba utilizando la Ley de Producción de Defensa para impulsar la producción de litio y otros minerales utilizados para impulsar vehículos eléctricos. Los expertos dijeron que es poco probable que la medida por sí sola garantice la sólida minería doméstico que búsqueda el presidente demócrata mientras promueve fuentes de energía más limpias.
La orden de Biden ordenó al Unidad de Defensa que considere al menos cinco metales (litio, cobalto, carbono, níquel y manganeso) como esenciales para la seguridad doméstico y autoriza medidas para aumentar los suministros nacionales.
Estados Unidos y la UE se han mantenido en gran medida unidos durante la hostilidades rusa, coordinando las sanciones contra Moscú y la entrega de armamento a Kiev. Se retraso que los líderes aprovechen la reunión del Despacho Oval del viernes para destacar esa pelotón occidental.
Asimismo se retraso que Biden plantee hallazgos de inteligencia de EE. UU. que muestren que China está considerando cursar armas a Rusia para ayudar a padecer a término la hostilidades en Ucrania.
La Casa Blanca dice que Beijing aún tiene que entregar armas a Rusia, pero está sopesando más seriamente la perspectiva ya que Rusia ha harto municiones en un conflicto que ha durado mucho más de lo que anticipó el presidente ruso, Vladimir Putin.
Las naciones europeas han tenido una relación menos antagónica con China que la que tiene Estados Unidos, pero eso ha ido evolucionando desde el eclosión de la hostilidades.
Esta semana, el gobierno holandés anunció que se uniría a los EE. UU. para imponer restricciones a la exportación destinadas a recortar el golpe de China a los materiales utilizados para confeccionar chips de procesadores avanzados. En un discurso frente a el parlamento ario la semana pasada, el canciller Olaf Scholz instó a China a “usar su influencia en Moscú para presionar por la retirada de las tropas rusas y no suministrar armas al atacante Rusia”.
Un funcionario europeo, que no estaba facultado a comentar públicamente e insistió en el anonimato, dijo que los aliados occidentales están tomando en serio las advertencias de EE. UU. de que China podría estar a punto de cursar armas a Moscú, porque muchos de los hallazgos de inteligencia de EE. UU. efectivo.
Sin retención, el funcionario señaló que los costos reputacionales y económicos potenciales de proporcionar armas a Rusia parecen pasar cualquier beneficio para Beijing.
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